Carácter Malsano (Pastor Diego Ardila)
Carácter Malsano (Pastor Diego Ardila)
I Iglesia ETP
, 07 diciembre 2025
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2 Timoteo 3:13 “Mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados”.

Al principio el hombre, un ser tripartito era una sola unidad, con la caída de hombre se rompe la unidad y comienza a desarrollar su carácter con base en sus emociones, sus sentimientos y su conocimiento. De todo lo que el hombre recibe a través de sus vivencias y sus experiencias en todas las áreas de su vida, lo aleja cada vez más y más del carácter de Dios.

Uno de las consecuencias de alejarse cada vez más del carácter de Dios es el impregnarse del  carácter malsano o comúnmente llamado “Mal genio”, a menudo pensamos que el mal genio es una explosión, algo que estalla hacia afuera y arrasa con todo a su paso. Pero la realidad es más profunda y dolorosa: el mal genio es, ante todo, una implosión. El daño real comienza adentro, devastando el alma de la persona iracunda mucho antes de que toque a los demás. La primera víctima de la ira siempre somos nosotros mismos.

Para entender esto, imaginemos la figura de un caballo. El maestro de sabiduría lo ilustra perfectamente en Proverbios 29:11 “El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio la reprime”, esa «rienda» es la conexión vital entre el jinete y el caballo; si se suelta, el animal pierde el freno, se desboca y corre sin dirección. Aunque hoy en día está de moda decir que no debemos reprimir nada y que debemos ser libres como caballos salvajes, la verdad es que un caballo indómito solo sirve para verlo de lejos en una fotografía. Tenerlo cerca es peligroso.

Cuando perdemos el freno, empezamos a soltar palabras hirientes desde lo más profundo del ser., es una situación trágica que la Biblia describe en Proverbios 29:20: “¿Ves a un hombre precipitado en sus palabras? Más esperanza hay para el necio que para él”. Así que, cuando vemos a alguien estallar por situaciones pequeñas como… (coloca un ejemplo cotidiano: Perder su lugar en la fila del cajero, alguien que le atraviese el carro, etc) debemos preguntarnos cuánto dolor y amargura hay acumulado en el interior de la persona. Esas palabras hirientes no son culpa de las circunstancias, sino de un corazón que ha perdido la rienda.

El desafío es grande porque no estamos solos; vivimos en una sociedad de gente que agita el ambiente. Lo dice Proverbios 29:8: “Los provocadores agitan la ciudad, pero los sabios se alejan de la ira”. Nuestras ciudades parecen estar en llamas, llenas de gente que avanza a gritos y empujones, como si esa fuera la única manera de sobrevivir. Es fácil pensar que debemos unirnos a ellos, ya que si no gritamos también, nos aplastarán.

Sin embargo, hay una advertencia muy clara sobre con quién nos juntamos, Proverbios 22:24-25 dice: “No te asocies con el hombre iracundo, ni andes con el hombre violento, no sea que aprendas sus maneras y tiendas lazos para ti mismo”, si caminamos con los violentos, terminaremos aprendiendo sus mañas y quedaremos atrapados en su misma red de amargura.

En lugar de eso, la verdadera sabiduría está en mirar el ejemplo de Jesucristo. Él conoce perfectamente la presión de esta sociedad que nos agita, y vino precisamente para ofrecernos un intercambio, Mateo 11:29: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”.

El apóstol Pablo entendió esto perfectamente, estando prisionero, y sabiendo que el carácter se prueba en la dificultad, nos dejó este consejo vital en Filipenses 2:5: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Esa es la meta final: no dejar que la sociedad dicte nuestras reacciones, sino permitir que el carácter de Cristo tome las riendas de nuestra vida.

El Carácter de Cristo es el fin último de todo cristiano. Es el punto máximo en el crecimiento espiritual, por lo tanto desarrollar el carácter de Cristo es la tarea más importante de la vida, cristiana, es la única cosa que nos va a identificar con El en todo momento y en todo lugar, Jesús lo dejó bien claro en el sermón del monte, Mateo 5:3-11, en que la recompensa eterna en el Cielo estará basada en el carácter que desarrollamos y demostramos aquí en la tierra, por tal razón, el objetivo de toda nuestra enseñanza no es llenar al pueblo de Dios de información y conocimiento sino el cambiar vidas.

El carácter nunca se construye en un salón de clases o en el salón de la iglesia, el carácter se construye en la vida diaria, cuando entendemos cómo Dios anhela desarrollar nuestro carácter y el de nuestra familia a Su imagen y semejanza, el desarrollo del carácter siempre involucra una decisión, cuando tomamos la decisión correcta, nuestro carácter crece más como el de Cristo.

Observemos Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. El fruto del Espíritu es una imagen perfecta de Cristo, Él encarnó las nueve cualidades. Si vas a desarrollar el carácter de Cristo, debes tener estas cualidades en tu vida.

Romanos 8:29-30 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó”. El término carácter viene de la palabra griega “charazo” y se refiere a lo que esta esculpido en piedra o en acero y que le da una determinada forma de ser a aquello en lo que está grabado. El carácter es lo que uno es, no lo que aparenta ser, o los demás creen que es. 

¿Como podemos conocer Su carácter?, El conocimiento teórico se convierte en algo espurio, superficial, por tal motivo es necesario tener una experiencia personal e intima con Dios, cuando te conviertes a él, cuando le entregas tu vida a Él y comienzas a tener una relación espiritual, esa relación a la cual hemos llamado #CotidianidadConÉl, es la mejor manera de llegar a conocer Su carácter.

Observemos los atributos que describen a Dios: Es espíritu, invisible, inmutable, omnisciente,  lleno de sabiduría, veraz, fiel, bondadoso, misericordioso, lleno de amor, santo, justo, celoso, tardo para la ira, su voluntad en medio de aquel que lo anhela, omnipotente, perfecto, hermoso.

La Biblia dice que Dios es espíritu, Juan 4:24 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”, por lo tanto llegar a conocer a Dios es más difícil que llegar a conocer a un ser humano, así que si todavía estamos en duda sobre el carácter de Dios, podemos fijarnos en la vida de Jesús. Cuando sabemos quien es Jesús, sabemos cómo es Dios.

  1. Es digno de confianza. Si llegamos a conocer quién es Dios, no necesitamos tener miedo de que él será diferente mañana, Hebreos 13:8 lo describe como el principio y el fin, el Alfa y la Omega y se resume como “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre”.
  2. Es amor, 1ª Juan 4:8. Jesús es la encarnación perfecta del amor de Su Padre. Porque fue Dios quien dio a su Hijo único, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna, Juan 3:16.
  3. Es justo. “Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad, justo y recto es él”, Deuteronomio 32:4. Él ama la verdad y la justicia, y odia la mentira y la injusticia.
  4. Es santo. Isaías 6:3 dice: “Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria! “.
  5. Es misericordioso. Éxodo 34:6-7 “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que per...