Señal de Ruptura (Pastor Andrés Mejía)
Señal de Ruptura (Pastor Andrés Mejía)
I Iglesia ETP
, 21 septiembre 2025
00:00
58:04

Oseas 7:2 “Yo quiero sanar a Israel pero sus pecados son demasiado grandes, Samaria está llena de mentirosos, hay ladrones adentro y bandidos afuera; la gente no se da cuenta de que los estoy que mirando, están cercados por sus acciones pecaminosas y yo las veo todas”.

Me encontré en la palabra del Señor con un versículo en el que Dios prácticamente le dice al pueblo “Yo he tenido la intención de que ustedes vivan una vida mejor” y de hecho cuando vamos a la palabra, vemos cómo a lo largo de la biblia, el plan de Dios con el hombre siempre ha sido que el hombre viva mejor, nunca el plan de Dios ha sido destruir a  una familia o destruir a una persona, al contrario, Dios siempre quiere que una vez tu aceptes a Cristo en tu corazón, empieces una vida junto a Dios.

Hoy quiero que escuches esto y lo recibas en tu corazón y lo creas, nadie que llega a Dios, si sigue los caminos, sigue los propósitos y camina de la mano con Dios, su futuro va a ser de destrucción, todo el que llega a Dios y decide encaminarse en la voluntad de Dios y decide caminar de la mano con Dios, tendrá un futuro mejor, está escrito en el libro de los Salmos 37:25 “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan”.

En Oseas 7:1-2 encontramos un silogismo práctico, con el cual podemos confrontarnos con la Palabra, con respecto a lo que hoy está viviendo la iglesia “Yo quiero sanar a Israel pero sus pecados son demasiado grandes, Samaria está llena de mentirosos, hay ladrones adentro y bandidos afuera; la gente no se da cuenta de que los estoy que mirando, están cercados por sus acciones pecaminosas y yo las veo todas” El Señor dice “Yo quiero sanar a Israel” esa es la voluntad de Dios, “pero…” y esa palabra se convierte en un freno para Dios.

La Biblia nos muestra un Dios lleno de misericordia, cuyo deseo es siempre sanar, restaurar y levantar a Su pueblo. Sin embargo, este pasaje de Oseas nos revela un contraste doloroso: la voluntad de Dios tropieza con la realidad del pecado de Su pueblo y habla de pecados específicos como la desobediencia, la mentira y la arrogancia.

Dios dice: “Yo quiero sanar…”, pero inmediatamente aparece una palabra que se convierte en un muro, un obstáculo, un freno: “pero…”.

Ese “pero…” no lo pone Dios, lo pone el hombre a través de sus acciones, su pecado y su indiferencia. Hoy también la iglesia enfrenta el mismo dilema: Dios quiere sanar, cuál es ese pero que le has puesto a Dios, cuáles son esos frenos que han impedido que realmente tú puedas avanzar al nivel que Dios quiere que tú avances; cuál ha sido ese obstáculo, esa traba que al parecer nosotros mismos hemos puesto al cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas.

Quiero mostrar a la luz de la Palabra los tres elementos que frenan la intervención de Dios en nuestras vidas:

  1. Desobediencia: El primer freno para que Dios no mueva su mano a favor de nosotros se llama la desobediencia La Palabra dice “Yo quiero sanar a Israel, pero sus pecados son demasiado grandes” La desobediencia tiene una particularidad y es que nos vuelve personas obstinadas, la desobediencia nos transforma en personas tercas, la desobediencia nos lleva pretender que algo que no es correcto, se vuelva correcto y quiero que escuche y memorice lo que le voy a decir: “Cuando algo no le agrada a Dios, así tú insistas, insistas e insistas, nunca vas a hacer que algo que a Dios ofende, funcione a tu favor” por eso hay economías, relaciones y muchas otras cosas mas  que no funcionan, 
    • ¿Tu relación está cimentada en desobediencia?; ¿porque crees qué no funciona algo que parece bueno? La respuesta es: “Todo lo que fabricas en desobediencia todo lo que cimientas en pecado, tarde o temprano se va a dañar”.
    • Hay negocios que parecen muy buenos, son productivos, dan solvencia económica, pero quiero que escuches esto, para que no digas que no te lo advirtieron: “Negocio donde haya que desobedecer a Dios, será negocio que aunque empiece bien, tarde o temprano va a fracasar, porque Dios no habita donde hay pecado, maldad e iniquidad”.
    • Escuche bien,  el que vive en desobediencia, no es el que falla ocasionalmente, sino el que falla intencionalmente; el que falla intencionalmente tiene todo premeditado, tiene todo calculado, tiene todo medido, busca y encuentra la manera de hacer lo que no puede hacer, busca y encuentra la manera de hacer lo que no debe hacer, busca y encuentra la manera de mantenerse en lo que él sabe que no puede ni debe hacer. 
    • No hay persona, no hay relación, no hay negocio, no hay dinero, no hay recurso, que se pueda comparar a tener a Dios; Cuando tú no tienes nada pero tienes a Dios, puedes alcanzarlo todo, pero cuando tienes todo y sacas a Dios, estarás listo para perderlo todo, porque esta vida que nosotros tenemos sólo puede ser edificada construida y mantenida, si Dios está con nosotros.
  2. La mentira: El ser humano puede tener muchos defectos: hay gente que es impuntual,  incumplida, explosiva, depresiva, hay gente que por cualquier cosa se siente mal, cualquier cosa lo carga, hay gente que deja tirada las cosas, hay gente que todo se le olvida, pero el peor defecto que un ser humano puede tener, es ser mentiroso; hay gente que no ha podido cambiar su vida, no porque no sepa lo que tiene que hacer, sino porque son altamente mentirosos y si hay algo que alimenta el pecado, si hay algo que alimenta tus peores equivocaciones, se llama la mentira, cuando una persona miente lo único que hace es amarrarse a cadenas y a yugos de esclavitud.

Hay gente que es descubierta en su pecado, que es descubierta en su error y se mantienen diciendo “Yo no lo hice, aunque todo apunta que si lo hicieron”; La pregunta es por qué somos tan insistentes a la hora de mentir, por qué somos tan fáciles para mentir en la vida. Los pecados están atestados de mentira. No puedes soltar ningún pecado mientras no saques la mentira de tu vida; pero hay gente que miente con sus palabras, miente con su comportamiento, miente con sus acciones, mienten en sus redes sociales, mienten en las conversaciones, hoy le quiero decir algo: “Hasta sus más íntimas conversaciones, sean vergonzosas, públicas o privadas, Dios las conoce, Dios las ve. 

¿Sabes por qué no hemos podido salir de nuestras debilidades? porque no queremos reconocerlas a través de la verdad; Cuando una persona miente, destruye la confianza; cuando una persona miente, daña a los demás, cuando una persona miente, puede romperle el amor a otras personas; cuando una persona miente, puede crear barreras entre los demás; cuando una persona miente, se le cierran puertas en la vida, porque la mentira es un gran defecto y la nadie va a entregarte cosas a una persona en la cual no confía por tal razón nadie va a abrir las puertas de lo más íntimo de su alma a alguien en quien no confía. Y si esto lo hace la gente, ahora imagine a Dios haciendo exactamente lo mismo, por mas misericordioso, bueno, santo, amoroso, etc, etc, etc.

En este tiempo Dios va a levantar en esta iglesia, en esta generación gente altamente honesta; Levante su mano si usted es uno de ellos y dígale “Señor, ayúdame a desarrollar una vida de verdad, una vida de honestidad, una vida de transparencia, en tu nombre de Jesús.

La mentira se transforma en un freno porque aunque tu creas que nadie te está viendo, Dios te está viendo y cuando Dios ve una persona mentirosa, retira su bendición y frena Su respaldo, porque Dios prefiere un honesto que se equivocó y no un mentiroso que se cree perfecto.

  1. La arrogancia: Dios quiere hacer algo grande en su vida, en ...